La psicoterapia
¿Qué es hacer terapia?
La psicoterapia podríamos definirla como un tratamiento especializado de diferentes problemas de la psique.
La persona que acude a psicoterapia suele hacerlo porque hay algo en su vida que no está funcionando de manera satisfactoria para ella, quiere cambiarlo, y no está encontrando la manera de hacerlo.
Pueden ser problemas relacionados con estados emocionales, como por ejemplo, sufrir de ansiedad, estar triste demasiado a menudo, o tener ataques de rabia. Pueden ser problemas de conducta, como tener actitudes demasiado pasivas, o conductas repetitivas y sin control, etc. También puede haber dificultades a la hora de dejar de pensar, de concentrarse o de parar los pensamientos. Problemas para conciliar el sueño o para dejar de tenerlo… ¡El abanico es amplio y variado! Y la mayoría de las veces lo que ocurre es una mezcla interesante de varios de los citados como ejemplos.
Por eso para mí, es importante que el tratamiento que se lleve a cabo, la psicoterapia, se haga desde una perspectiva, desde un modelo, que implique y englobe diferentes aspectos y dimensiones de nuestro ser. Que trabaje con el plano emocional, sin dejar de lado lo cognitivo, que vea cuáles son las conductas mejorables y también que sepa reconocer la importancia de todos estos sistemas en nuestro cuerpo. Así, no solo se consigue la “reducción de síntomas”, sino que el cambio es más global y por lo tanto más permanente.
Esto a veces conlleva algo más de tiempo, y sobre todo, mucha más implicación, por parte del paciente o cliente (en realidad, no me gustan ninguna de las dos etiquetas…).
La persona que acude a terapia, por lo general lo hace una vez a la semana, en sesiones de una hora.
¿Durante cuánto tiempo?
Pues difícil, muy difícil, por no decir imposible, poder responder a esa pregunta. Sobre todo porque depende mucho de varios factores: la demanda de la persona, lo que quiere conseguir; su ritmo; su implicación; su trabajo fuera de las sesiones; y también, la conexión con el terapeuta, las habilidades de este, etc., etc., etc.
La psicoterapeuta
Mucha gente piensa que la psicoterapia consiste en “explicarle tus problemas a alguien”. Alguno incluso, tiene esa imagen del diván de algunas películas de Woody Allen…Es cierto que existe el diván en algunas corrientes de psicoterapia, y algunos profesionales lo utilizan.
Pero ese no es mi caso. Yo prefiero una sala con dos silloncitos cómodos en los que nos podamos ver cara a cara.
Es verdad que en algunas sesiones la persona le “explica sus problemas” al psicoterapeuta. Aunque a veces no lo parezca, eso es importante también. Primero porque la persona encuentra a alguien que muestra empatía, entendimiento y respeto, lo cual por desgracia no siempre es habitual en nuestra vida cotidiana. Y segundo porque así el psicoterapeuta tiene información sobre lo que le sucede a esa persona. ¡Qué difícil poder hacer nuestro trabajo si no tenemos información!
Pero no todas las sesiones se dedican a “hablar, y ya está”.
Por lo general, en el inicio de la psicoterapia, terapeuta y paciente, plantean cuál será el objetivo del trabajo, del tratamiento. Con estos objetivos claros, el terapeuta puede elegir diferentes técnicas y recursos para que la persona lo consiga.
En mi caso, utilizo técnicas con imágenes y fantasía, arteterapia, ejercicios con implicación corporal, con movimiento, de expresión, y también a veces explicaciones teóricas sobre el funcionamiento sano o insano de determinados procesos psicológicos.
Así, la persona que acude a terapia tiene un papel activo en su tratamiento. Es ella la que poco a poco va modificando, cambiando, descubriendo nuevas maneras de hacer, de sentir o de pensar, acompañada siempre por el psicoterapeuta, que le guía y le alienta a lo largo de ese, su camino.
